Agachadito de 2 pisos

Comer en un restaurante sobre ruedas fue una grata experiencia para Eduardo Carrasco. Él, junto a su familia, merendaron a tres metros de altura, en un comedor rodante de dos pisos, en el centro de Santo Domingo.En la parte superior del negocio hay espacio para 25 personas, mientras que en la parte inferior está la cocina y asientos adheridos a una estructura de metal en los bordes, con espacio para 15 comensales.

La idea de crear un restaurante tan particular fue de Xavier Rivera, quien junto a su hermano, Abel, y su cuñada, Flor Dequer, atienden a los clientes.

Quienes circulan por el sector se detienen a observar la estructura. Desde lejos se ve a personas que comen en el nivel superior del coche, algo inusual en la ciudad Tsáchila y que se ha vuelto una novedad.

Hace dos meses, Carrasco descubrió el lugar y llevó a su familia a comer allí.

Desde ese día venimos todas las semanas, a mis hijos les gusta comer aquí, pero siempre piden ir a la parte de arriba.

A la gente le encanta y se toma fotos, dice Abel Rivera, el chef del sitio. La iniciativa se dio hace año y medio. Xavier Rivera comenta que simplemente se me ocurrió.

Al principio deseaba que su negocio fuera de tres pisos, pero esa idea no se pudo concretar, porque el cableado eléctrico se lo impedía.

La construcción demoró siete meses; la estructura es de metal y guayacán.

Alrededor de 60 clientes llegan diariamente al comedor, entre las 18:30 y las 23:00.

Ellos pueden degustar de platillos, como: chuleta, pollo, lomo y ubre -todos asados- y acompañados con arroz, menestra, yuca y ensalada, por USD 4,50.

Cuando acaban la jornada, los Rivera trasladan el comedor enganchado a una camioneta y lo guardan en su casa.Cada noche, tras la jornada de trabajo, Abel se lleva el restaurante a su casa.

Red. Santo Domingo

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