Temblores

Al parecer, la madre naturaleza está ensañada con nosotros y no es para menos, pues todos los días sufre maltratos de toda índole: profundas y enormes excavaciones, extracciones mineras a granel, derrocamiento de grandes y costosos edificios, incalculables cimentaciones para la construcción de enormes y ostentosas edificaciones.

Coincidencia o no, es este sector norte el epicentro de estos últimos sismos y, por ende, el más afectado. No cabe duda que Dios ama a este pedazo de suelo patrio y, al menos hasta ahora, no hemos sufrido embates de gran significación con resultados desastrosos y gran pérdida de vidas humanas.

Lo que los ecuatorianos no sabemos es ¿cuáles son los remezones más fuertes?, si los provocados por la madre naturaleza o los propiciados por los gobernantes de turno que van arrebatando nuestras libertades, asfixiándonos económicamente y atemorizándonos a través de leyes punitivas, al punto de que nadie sabe en qué momento puede ser sancionado, asaltado, multado o privado de su libertad; pues desconoce las modificaciones impuestas en el nuevo Código Penal.

Vivimos en un permanente estado de psicosis y alerta, bien sea por los sismos o por las malas noticias que interrumpen nuestra tan anhelada paz.

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