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2014-08-28 15:26:10

Estalló guerra roja

Diana Chamorro

La localidad de Buñol, en el este de España, se tiñó ayer, 27 de agosto, de rojo en la tradicional Tomatina, la mayor guerra de tomates del mundo.La edición número 69 de una fiesta con fama internacional congregó a 22 000 personas, 17 000 de ellas turistas llegados de todo el mundo.

Las calles de la localidad valenciana se convirtieron durante casi una hora en escenario de una batalla campal en la que volaron 140 000 kilos de hortalizas en medio de un fuerte calor.

La de ayer fue la segunda Tomatina de pago después de que el ayuntamiento de Buñol decidiera el año pasado cobrar 10 euros (unos USD 14) por entrada y reducir a la mitad el número de participantes por motivos de seguridad.

Los boletos para participar se agotaron hace tiempo. Con invitación gratuita pudieron acceder 5 000 de los cerca de 10 000 vecinos del pueblo.

Muchos de los participantes en la original guerra acudieron en traje de baño, con gafas de buceo para evitar el impacto de los tomates en los ojos y camisetas blancas que terminaron teñidas de rojo.

Otros se enfrascaron en la batalla campal con disfraces.

No hubo que lamentar incidentes más allá de lipotimias por el calor, alguna luxación y algunos cortes que precisaron sutura, según medios españoles.

La Tomatina se celebra anualmente el último miércoles de agosto como parte de las fiestas en honor a San Luis Bertrán.

En el 2002 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Pero su origen se remonta a 1945, con varias versiones respecto a por qué aquel año se produjo la primera guerra de tomates.

Una de ellas apunta a que un grupo de jóvenes comenzó a lanzar hortalizas a los músicos de las fiestas patronales, que pronto respondieron al ataque tomando tomates de una frutería cercana.

Otra señala a que un grupo decidió saldar una discusión política arrojándose vegetales.

Buñol (España). DPA