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2014-10-24 06:25:21

USD 1,5 millones se recuperaron

HastaHasta ayer se recuperaron USD 1,5 millones, que estu00e1n siendo contados y custodiados por policu00edas y personal del Banco Pichincha. Foto: Vicente Costales / u00daN

'Ni en las películas se ha visto algo así', dijo Oswaldo Domínguez, gerente de la empresa de seguridad Vaserum. Ayer, 23 de octubre, explicó cómo fue el asalto a los dos blindados de su compañía, los cuales iban cargados de USD 3,7 millones destinados para las sucursales del Banco Pichincha, en Napo.A 180 kilómetros de Quito, contó Domínguez, el techo del primer blindado voló, luego, otra carga de explosivos reventó la bóveda del vehículo. 'Cuando uno ve las fotos de lo ocurrido, uno creería que está viviendo en Bagdag', dijo Antonio Acosta, director adjunto del Banco Pichincha.

'Fue el robo más alto que hemos tenido en la historia del Banco Pichincha', agregó. Los ejecutivos estaban preocupados por el grado de violencia en el robo. Sobre todo, porque durante el atraco el guardia de seguridad privada, Marco Salazar, murió. Fue una semana después de que celebrara sus 34 años.

Su cuñada, Hipatia Anangonó, dijo que Salazar deja tres hijos, el mayor de 11 años, en la orfandad. 'No era justo, él no se merecía eso', comentó en una entrevista telefónica.

Mientras el cuerpo era trasladado a Quito, por la misma carretera en la que fuera emboscado el miércoles, la cuñada contó que ser guardia fue el único trabajo que su familiar consiguió luego de casi dos años sin empleo fijo.

'Tenían una crisis económica, incluso mi hermana se enfermó y necesitaba llevar comida a los guaguas'. El miércoles el hombre de 34 años terminó en en medio de una balacera de casi 10 minutos, en plena vía Quito-Lago Agrio.

El jefe de Salazar explicó en la rueda de prensa que él y sus 11 compañeros tenían pistolas, revólveres y una escopeta de perdigones. Con eso enfrentaron balas de fusiles, ametralladoras, bombas molotov y explosivos como dinamita.

Todo sucedió a las 10:00, ante la mirada de testigos, pasajeros de la cooperativa Baños y decenas de conductores, quienes, una vez que los antisociales se fugaron, prefirieron recoger los billetes en lugar de ayudar a los heridos.

La explosión causó que gran parte de las fundas con dinero se quemara. Otra parte voló por los aires. Hasta ayer se recuperaron USD 1,5 millones. La gente se metía los fajos de dinero en los bolsillos. Salazar, en cambio, se desangraba en la carretera.

Redacción Quito (I)

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