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2011-04-19 12:58:13

Factory, tres años de lucha

GandhyGandhy Garcu00eda es uno de los que vive de cerca las consecuencias del incendio.
Luis Fernando Orquera

19 muertos y sobrevivientes olvidados. La historia sigue para quienes libraron el incendio. Gandhy es uno de ellos.u00a0' El fuego, las cenizas y el recuerdo de la muerte no se han esfumado. Tres años después de la tragedia en la discoteca Factory, las imágenes aún rondan la mente de los sobrevivientes.Uno a uno traté de sacar a mis compañeros. Eran ocho pero solo vive uno, dice Gandhy García, al contar que tiene más del 60% de su cuerpo quemado. Hoy son tres años, pero para este joven de 27, todo es reciente. Y mientras recuerda que ese día estaba

en el evento por trabajo y para ayudar a una de las bandas del cartel, vuelve al instante en que vio morir a sus amigos. Ellos se fueron. A él le siguieron tres semanas en coma en el Hospital Eugenio Espejo, un mes en terapia intensiva y tres meses más tendido en una sala de la casa de salud.No podía ver, hablar ni moverme. Sin embargo, escuchaba la voz de mi madre, apoyándome todo el tiempo, cuenta.

Con quemaduras desde la nariz hasta el estómago, faltó poco para que lo desahuciaran y se uniera

a la lista de las 19 víctimas mortales de la Factory.Pero él estaba destinado a vivir: u0093Tenía el 46% de monóxido de carbono en mis pulmones y te mueres con el

15%u0094, recuerda.

En ese instante no solo a este joven le cambió la vida, es del Carchi y sus padres se vieron obligados a jubilarse para estar a su lado y hacer del Hospital un nuevo hogar. No se apartaron un solo día de mí, dice.u00a0Pasó

un año adormecido por los medicamentos y tuvieron que pasar casi dos más

para que

Gandhy volviera a pisar la calle.Para él, no solo las salidas de emergencia se cerraron un 19 de abril. Estaba por graduarse, era un deportista extremo, tocaba el piano desde los 5

años,

la guitarra y la flauta traversa desde que era un adolescente.

Tres años después, ha repetido tres veces la tesis por no poder cumplir los plazos, no puede exponerse al sol y requiere una cirugía para

reconstruirle los

tendones.

En total lleva 10 operaciones y aún la recuperación no es completa. u0093Se hicieron

conciertos en nombre de las víctimas, pero, por lo menos, a las cinco personas que ingresamos al hospital la ayuda solo nos llegó mientras estuvimos internados.

u0093Nuestros nombres solo sirvieron como prueba del hecho, cuando en

realidad se olvidaron de nosotros y un grupo sacó provecho. Hemos pedido una auditoria y no dan razón. Las autoridades nos ofrecieron becas y trabajo. Y solo dos de los cinco heridos que conozco tienen becasu0094, dice. La ayuda no llega. Gandhy gana el salario básico y, al igual que los cuatro restantes, debe utilizar un protector solar cada dos horas, cada uno cuesta USD 31 y requiere de tres a cuatro al mes.

Después del sufrimiento y aunque las consecuencias aún siguen visibles en su cuerpo, Gandhy está por graduarse de ingeniero, consiguió un trabajo y aunque dice que no podrá olvidar las llamas cubriendo a sus amigos, se levantó.u00a0Más de ciudad:u00a0 Quieren reabrir el Bolívar La lluvia botó lodo y un muro 911 para toda alerta ¿Quién indemniza?